De vez en cuando, paseando por mis archivos, tropiezo con fotos que me traen recuerdos, no tan lejanos como para que hayan perdido el aroma, ni tan cercanos que duelan. Y en ese pasado, una tarde alegre, entre jóvenes, y entre ellos una cara hecha para ser fotografiada. Bendita sea la selectividad de la memoria.
miércoles, 28 de abril de 2010
Recuerdo de una tarde
De vez en cuando, paseando por mis archivos, tropiezo con fotos que me traen recuerdos, no tan lejanos como para que hayan perdido el aroma, ni tan cercanos que duelan. Y en ese pasado, una tarde alegre, entre jóvenes, y entre ellos una cara hecha para ser fotografiada. Bendita sea la selectividad de la memoria.
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