Una vez, hace años, estando en Cuba, concretamente en La Habana, y más concretamente, en La bodeguita de enmedio, despues de haber comido, paladeando un roncito añejo, miré y vi las paredes llenas de firmas de personas que habían estado siguiendo la estela de Hemingway y habían querido dejar constancia de su presencia en este lugar. Pensando en estampar mi propia firma, sentí que no era lo apropiado, y decidí hacer algo menos normal. Dí la vuelta al mantel de la comida, que era de papel, y comencé, seguramente inspirado por el ron, este intento de soneto.
Si Cuba es el espejo
en donde España se mira,
¿porqué España suspira
cuando bebe ron añejo?
Si en medio del empedrado
existe una bodeguita
que a campesino y urbanita
a la sed pone cuidado
será porque Cuba invita
a campesino y letrado
a disfrutar "della vita"
en el 207 Empedrado
bebiendo en La bodeguita
un buen mojito enfriado.
Llamé a la camarera que nos atendía y le pregunté si podría colocarlo en algún lugar, lo que yo había escrito y ella me pidió que se lo leyera. Cuando lo hice, sonrió y dijo que iba a llamar al gerente, quien vino, pidió escucharlo y me rogó que se lo enviara a su atención. cuando llegué a España, lo imprimí, y se lo envié junto a un pequeño marco, un vidrio y una argolla para colgarlo, ya que me constaba que esos productos no eran habituales en el comercio cubano.
Ignoro (porque no he vuelto de momento por La Habana) si está allí, en algún lugar de La bodeguita, y os lo cuento para que si vais por esa ciudad alguna vez, os acerqueis a un lugar ya mítico en el ideario de tantos seguidores del escritor, y me podais confirmar si este aprendiz de soneto recuerda a los visitantes la relación tan especial que nos une a los cubanos y a los españoles. Un abrazo.
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