Hoy me ha dado poética, de estas que no estás tan triste como para ver una peli porno ni tan alegre como para escuchar vieja y buena música de los 60, y me acordé de aquella épica : ......... al destierro, con doce de los suyos, el Cid cabalga, y como hoy siento Castilla como una presencia moral y épica, cuando tanta falta nos hacen estas dos cosas, pues la he buscado, y me la ofrezo y os la ofrezco.
De D. Manuel Machado (el otro Machado, el más andaluz sin embargo), Castilla
El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo...
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules, y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.
"Buen Cid, pasad... El Rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El cielo os colme de venturas...
¡En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!"
Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros.
Y una voz inflexible, grita: "¡En marcha!"
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.
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