Mientras mis pies se descongelen al lado de la chimenea, recien encendida, y en la tele por enésima vez ponen El diario de Bridget Jones, sigo planteandome que hoy es un día como cualquier otro, transformado por la tradición y el comercio en la utopía de lo que nunca haremos y/o seremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario